sábado, 10 de enero de 2009

La alimentación en Isla Mundo.

Los alimentos en Isla Mundo no son muy variados. Hay fruta, pescado, algo de caza, Coca-cola y chicles. Lo de las bananas y las liebres es del todo normal en un lugar aislado como éste. Lo que no entiendo bien es lo de la Coca-Cola; yo creo que la sacan de las películas de Billy Wilder y de las novelas de Capote. Se cría estupendamente la comedia por aquí. Por lo demás, la gente masca soledad. Todo el tiempo está mascando su propia soledad.
Hoy comeré:
  • Tortilla de patatas de chocolate.

  • Pan de Anís.

  • Vino de Pan.

  • Y de postre, plátano relleno de Mentiras.

Las Mentiras son una clase de hormiga autóctonas de la isla. Hay únicamente dos especies de hormigas aquí: las hormigas Mentira y las hormigas Verdad. Una son blancas y las otras son negras. Pero nadie sabe, realmente, cuáles son las de un color y cuáles son las del otro. Y he ahí el problema.
Por ese matiz, biólogos partidarios de ambas teorías rivalizan cada pocos años en unas contiendas tremendas llamadas Las Guerras Entomológicas. Son batallas atroces en las que los científicos se clavan entre sí alfileres enormes y guardan a sus enemigos en formol.




Tras varios días de lucha, a veces semanas, a veces minutos, el bando triunfador, que acaba sometiendo a sus oponentes condenándolos a limpiar probetas y a suscribirse a revistas científicas en inglés, se dirige al lugar donde se encuentra la Gran y Única Enciclopedia de Isla Mundo. Una vez allí, de forma ceremoniosas, con las batas sucias pero llenas de medallas, borran con tipper la definición anterior y llaman a Ramiro El Escribano para que estampe la nueva definición de hormiga Verdad y hormiga Mentira en el enorme libro del saber . Ramiro, que es el único escribidor de enciclopedias únicas de la isla, accede de mala gana y, finalmente, entre vítores de doctas gargantas, abre la vitrina, abre el incunable, y escribe con desgana y esmero: Las hormigas Verdad son blancas y las tal y tal... Y se acaba la guerra.

Yo sostengo que unas deben ser las sombras de las otras. Pero eso debe ser cosa de poetas. A mi me gusta la poesía porque se lee de momento. Pero no somos muchos por aquí. Ni bien vistos tampoco (porque nos movemos mucho).

Las dichosas hormigas de Isla Mundo, resumiendo, son unos bichos bastante gordos que, tanto blancas como negras, saben a almendra y regaliz. Y si te descuidas pican como la madre que las parió, reina del hormiguero toda ella.

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